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Una de las grandes figuras de la Feria de Cali, Oscar D’León, habló en exclusiva de sus inicios, de su pelea con Celia Cruz, de su salud y de lo exigente que es con sus hijos.


Maestro, ¿qué le gusta más de Cali?
El furor con que celebran sus fiestas, el ambiente, el clima tan divino, la combinación de ciudad y campo, los ríos que pasan muy hermosos por ese Valle rodeado de montañas.

¿Cómo sigue del corazón?
Fue un problema de cansancio, me excedí en ejercicios y presentaciones y me dio un agotamiento físico que conllevó a un paro cardíaco. Pero al siguiente día estaba perfecto para seguir la pachanga. Dijeron que me habían dado tres infartos, de haber sido así no estuviese hablando con ustedes.

El león sigue rugiendo...
Ja, ja, ja, ja, ja. Bueno, ya lo pudimos comprobar el año pasado y estamos aquí en Venezuela con full trabajo para dirigirnos el 25 a Cali, Dios mediante.

¿Qué tiene este cachorro de León de Carmen Dionisia y de Justo?
De mi madre, el canto, esa alegría, el temple, su consistencia, su fuerza espiritual. Me queda feo decirlo, pero mi padre era lo que llamamos en el léxico coloquial: un pan, muy bonachón, muy parrandero, mujeriego, pero siempre con la bondad por delante. Un hombre pobre, pero fuerte de espíritu.

¿Qué recuerdos tiene de esa infancia en Antímano, su barrio en Caracas?
Disfruté muchísimo mi niñez, estuve envuelto de músicos en mi casa, la fiesta, el juego de bolas criollas, las parrandas no faltaron. Siendo único hijo disfruté mucho el cariño y el apoyo que me dieron mis padres, no así para la música, porque ellos la vivieron y nunca pudieron superarse y pensaron que yo no lo podía hacer. No parecía que iba a llegar a donde llegamos, primero no me interesó el canto, me gustó ser percusionista y beisbolista, pero descubrí que podía cantar.

Estudió topografía, manejó taxi y fue mecánico ¿cómo fueron esos años?
Bueno, bastante incómodos para mí, yo quería darles una satisfacción a mis padres con un estudio y me metí a estudiar topografía, como una ruleta.

¿Fue difícil ese inicio tardío en la música, a los 28 años?
Un tanto difícil. Antes de los 18 años no pensé que podía suceder. Cuando tiré el primer ensayo de la Dimensión Latina dije: “Oye, este es el mundo donde podemos ser lo más grande”.

¿Cómo se hizo bajista autodidacta?
Eso fue mucho antes de formar Dimensión Latina. Me gustó el bajo, un instrumento líder, siempre me he sentido líder y eso me ayudó a formar mi Dimensión Latina. Ahí canté, dirigí, bailé, toqué el bajo, hice cuatro cosas a la vez, bueno, cinco, porque siempre me gustó enamorarrrrme... Eso me valió para tener muchas novias, por qué negarlo.

¿Cómo fue esa relación con Celia Cruz, que tuvo sus altos y bajos?
Celia me tomó cariño, decía que yo interpretaba la música cubana mejor que los cubanos. Al yo ir a Cuba en el año 83 discrepó y tuvo un rechazo hacia mi persona. Me dolió muchísimo, pero al fin y al cabo se dio cuenta de que no fui por inquietudes políticas,sino musicales y por un sueño de niño, atraído por el léxico cubano, por su forma de hablar, por su música.

¿Pero al final entendió?
Sí, claro, como lo entendieron todos los cubanos. Lo que pasa es que fui conejillo de indias, un chivo expiatorio y de ahí muchos me cogieron de sopa.

¿Cómo surge 'Llorarás'?
Esa canción la tenía en Antímano, en un grabador de teclas grandes que parecía un piano, pero ya se me había olvidado. Y en el 75 que estábamos haciendo en Dimensión Latina el larga duración, faltaba un tema y le dije a Monge: “Toca esto” y a Chuito: “Haz estas cosas al piano y yo hago esto”. Y salió 'Llorarás' como relleno y se convirtió en Atlántico de Oscar D’ León.

¿Sigue siendo la consentida, no la desplazó otra?
Nooo... 'Llorarás' es la canción ícono, la consentida, por ahí me conoce casi la mayoría del mundo. Y tengo que ser muy agradecido de ese momento de inspiración: “Sé que tú no quieres que yo a ti te quiera, siempre tú me esquivas de alguna manera. Si te busco por aquí me sales por allá, lo único que yo quiero es: ¡no me hagas sufrir más!.

¿Y tanto lo han hecho sufrir?
En una época, pues me enamoré en dos oportunidades, sé lo que es sentir ese mariposeo en el estómago. Después he sabido manejar la situación y eso no ha hecho mella en mí ser.

¿Como gran figura de la salsa, a qué soneros ha apadrinado?
Al que menos tiene talento es al que más yo ayudo.

¿Es tan estricto con sus hijos, al punto de exigir que lo superen?
Sí, a menos que uno sepa que el muchacho puede sobrepasar la expectativa de uno, prefiero que no hagan música. Con Yorman discrepo, le hace falta estudiar piano y guitarra, que le ayuden a corregir el oído. No domina los medios tonos, aunque canta muy bien, tiene ese talón de Aquiles.


Entre música y escándalos
Nueva producción
Tranquilamente Tranquilo. “En mi nuevo disco hay un surco de mi creación, 'Ni Frío ni Calor', una producción del maestro Cuco Peña en Puerto Rico, que fue hecha allá. Se iba a llamar: 'Me Siento como en Casa', un homenaje a Puerto Rico, pero la disquera no quiso encasillarla y le puso el título de un tema: 'Tranquilamente Tranquilo'”.

Conciertos en Cali
Repertorio: “Yo no voy a cantar nada que la gente no conozca, tengo tantos temas: Quisiera, Melao de Caña, Ya lo Verás, A Él, La Mano, El Malo, Siéntate Ahí, Yo la Vi, Llorarás, Detalles, con los que puedo complacerlos hasta el éxtasis”.

Sus escándalos
Declaraciones candentes. El salsero declaró una vez ante la prensa que quería volver con la conductora de Tv. Gisela Valcárcel. Sobre su hijo -no reconocido- con su ex Ana María Olaya Carrasco, quien se hace llamar ‘Jimmy El León’, que canta igual que él y se le parece, Oscar calla.
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