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1º. Yuri Buenaventura escogió una fecha histórica para realizar su primer concierto, finalmente, en Cali: el 27 de diciembre, enfrentándose al Superconcierto, después de una convocatoria de seis días y contra todos los pronósticos, reunió un público selecto, que lo escuchó y lo aplaudió con especial devoción. A falta de empresarios o invitaciones, Yuri organizó su presentación. Muchos lo conocían a través de sus grabaciones pero muy pocos habíamos escuchado un concierto de Yuri Buenaventura a la manera como lo hace en París.



Yuri se desnudó de entrada, interpretó sus canciones sociales, de claras referencias étnicas, políticas y tercermundistas. Pero sus letras trágicas o producto de la violencia frenética de Colombia, están resueltas en una sonoridad gruesa de tambores, vientos y piano, donde el regulador de esa base rítimica es José Aguirre, trompetista eximio, antiguo director del grupo Niche, uno de los músicos más vanguardistas de la salsa colombiana.



Cantante y orquesta demostraron una compenetración en la propuesta. En tarima, Yuri es más que un cantante, es también un director de la agrupación, que pide alargar o acortar las notas, que exalta la comunión entre el trompetista y el saxofón, que habla y gesticula marcando cada uno de los sonidos y metículoso en el sonido que se le entrega al público.



Como buen sonero que se respeta, Yuri Buenaventura demostró que pertenece a ese grupo especial de boleristas eximios: La interpretación de Temes, Plazos Traicioneros y Las Cuarenta exaltan y magnífican sus condiciones abriéndole al concierto una puerta hacia el pasado y la herencia cubana de la música.



Para cerrar, Yuri invitó al escenario a Jerry Rivas, cantante del Gran Combo de Puerto Rico, quien grabó algunos de los coros en su producción Vagabundo. Compartieron Herencia Africana para valorar su amistad y el talento para improvisar.



Por fin, Cali, la capital de la salsa, ha escuchado a Yuri Buenaventura tal como es, con su música, con sus comentarios y saludos, pero sobre todo con su humildad, que tanto lo afirma como ser humano.



2º. Oscar de León en el Teatro Jorge Isaacs el 29 de diciembre. Heredó el lugar de Celia Cruz. Desde que inicia el concierto nunca para, canta y habla, susurra y conversa con el público. Es versátil, canta desde un bolero hasta un bambuco. Es vigoroso, gracioso y sencillo. La agrupación es, como bien lo anota él, no la mejor, pero lo acompaña perfectamente. Oscar de León es un fuera de serie, un artista que no tiene sucesor. Es la voz auténtica de la salsa que retoma la esencia de la música cubana. Siempre tiene un lugar para el homenaje a Celia Cruz, Benny Moré y al tema Cali Pachanguero de Jairo Varela. Cuando termina el concierto, uno dice “esto es un cantante”.

Este concierto, por iniciativa de Corfecali, se repitió en el Distrito de Aguablanca, que, sin duda, lo recibió con alborozo y agradecimiento.



3º. Con un teatro casi lleno, Van Van repitió (el 26 de diciembre en el Jorge Isaacs) el repertorio que hizo en dos presentaciones en el curso de 2008. Un público que canta sus temas de comienzo a fin, que abandona sus asientos y baila.



Es una agrupación sólida, con excelentes instrumentistas y un cuarteto de cantantes versátiles. Es la propuesta cubana de mayor proyección. Las agrupaciones similares se quedaron atrás como la Charanga Habanera o NG La Banda. Intérpretes como Isaac Delgado, que se radicó en Miami, desapareció.



El repertorio actual ya está repasado. Es decir, cuando Van Van regrese deberá cambiar su repertorio. Hay que reconocerlo: su música pegó en Cali mucho más de lo que habíamos previsto. En esta Feria tocó en sitios públicos y cerrados. Tiene fuerza, ha creado un estilo de baile, y tiene una propuesta de letras que se distancia de la salsa comercial.





4º. Salsa Cabaret, con la presentación de la Escuela Swing Latino y la orquesta Casablanca. Sólo abrieron dos días, 28 y 30. Pudieron haberlo hecho todos los días. Un éxito de asistencia y un altísimo nivel en el espectáculo. El día 30 de diciembre la pusieron muy alto, con una descarga de la agrupación que nunca se había escuchado.



El consenso general fue: Es el mejor espectáculo de baile que se pueda ver en Cali.



Salsa Cabaret, es digamos así, la revelación de la Feria de Cali. Un gran esfuerzo por parte de Luis Eduardo Hernández, El Mulato, y Rafael Quintero.





LO GRAVE



Falta de asistencia a los espectáculos pagados: Poca gente en el superconcierto de Corfecali, el Poliedro tuvo que cerrar, el Rumbodromo canceló una noche, poca asistencia en el Jorge Isaacs al concierto de Son Catorce. En fin, los conciertos gratuitos de Cofercali liquidaron la oferta musical alterna. Este es un tema para analizar el próximo año. Por ejemplo, la inauguración de la Feria con cuatro orquestas el 25 de diciembre afectaron el superconcierto del 27.



EL SALSODROMO



Esta idea presentada desde 1989, propuesta a varias administraciones anteriores, nunca había sido escuchada. Por fin se hizo realidad. Es un excelente comienzo. Sobre todo, se le da el espacio que necesitan las escuelas de salsa. Ahora falta el concepto de organización y producción durante todo el año, de la misma manera como lo hace el Carnaval de Río y el Carnaval de Barranquilla (aún en cuanto carrozas el carnaval de Pasto nos puede entregar excelentes enseñanzas). Las escuelas mostraron lo que son hoy en día. Falta mucho por cambiar en propuesta de vestuario, de coreografía, y montajes escenográficos. Lo importante es hacer una reflexión y no afirmar con ligereza que ya somos mejores que Río.



En la final del comentario para Telepacífico, para el cual fue invitado, afirmé: “Es el día D, de no retorno, donde la salsa debe ser tomada como un elemento fundamental de la identidad caleña para convertir este espectáculo en una industria cultural que consolide en el tiempo. Ahora se debe hacer la estructura que permita un trabajo de todo un año en la creación de la propuesta estética, de la cual derivan los vestuarios y carrozas. Algo hay que definir el espacio de desfile, así sea kilómetro y medio, o menos, pero en todo momento se debe bailar y no caminar.







EL FESTIVAL DE ORQUESTAS



El 29 de diciembre la Gobernación del Valle presentó, antes de la final del Festival de Marimba, una programación muy similar al Festival de Orquestas.

El evento convocado por Corfecali, bajo la coordinación de Gary Domínguez, se realizó el 30 de diciembre en las canchas Panamericanas.

Debo decirlo, se trata de una recuperación del evento que construyó la leyenda de la salsa en Cali. Es increíble, se dejó de hacer nueve años.

De cierta forma, fue apropiado hacerlo sin el carácter de competencia que debe tener. Pero era necesario evaluar agrupaciones que son difíciles de escuchar. Entre otras cosas porque no les dan trabajo.

De las 15 agrupaciones que pude observar me dejaron las siguientes conclusiones:

1º. Richie Valdés demostró buena sonoridad.

2º. Elvis Magno tiene proyección. Es un cantante que nunca había visto en vivo y de verdad tiene presencia, voz y calidad.

3º. D¨Cache, liderada por Francia, demostró experiencia, buenas voces y trabajo de equipo.

4º. Wilson Saoko con sus temas conocidos pero legendarios. El preso impacta en cualquier parte del mundo.

5º. La Cali Charanga es excepcional en un estilo y formato que están ligados a la historia musical de Cali.



OBSERVACIÓN:



El Festival de Orquestas debe recuperar su nivel de competencia, con una selección previa realizada sobre el mes de octubre a partir del trabajo que se haga en el 2009. Uno de los puntos básicos del reglamento es tener nómina de cada agrupación para no “prestarse” músicos de una a otra agrupación.



Es conveniente RECUPERAR EL DIA QUE LO CREÓ, el 27 de diciembre, con la participación de orquestas internacionales, como ocurría en sus comienzos, en la década de los ochenta, todo sobre la base del Decreto del Concejo Municipal, que fue tumbado por los empresarios privados.





NOTAS



1º. El concierto de inauguración en el estadio Pascual Guerrero tuvo graves problemas de sonido.



2º. Las fallas de sonido se repitieron en el llamado Superconcierto, que fracasó en su convocatoria. La asistencia fue de 7.500. Por qué? Los organizadores deben responderse esta pregunta, porque el concierto del estadio del deportivo Cali, con la dificultad del transporte, dice superar los 30 mil espectadores como mínimo.



3º. La oferta musical ha sido abrumadora y peligrosa. Supimos que el Poliedro no abrió una noche. Igual sucedió el 28 de diciembre en el Rumbodromo, un sitio que se caracterizaba por mantener un superlleno en los años anteriores. En fin, ocurrieron muchos cierres o fracasos.



4º. El Son Catorce, en el teatro Jorge Isaacs, el 28 de diciembre, apenas reunió un tercio del cupo habitual.



5º. En el Star Palace, Oscar De León, cantó, en una ocasión, a las 3.30 A.M.





6º. Las orquestas jóvenes se rebuscan como pueden porque no los tuvieron en cuenta en la programación oficial: Calambuco se presentó, con lleno completo, en Blue Brothers. También lo hizo la agrupación de Toño Barrios.



7º. Un éxito de público ha tenido el Festival de la Marimba, organizado por Nino Caicedo. Es el espacio ganado a través del Petronio Alvarez. Debemos hacer una anotación a Nino: El tercer día del Festival de Marimba no puede coincidir con el Día de la negritud programado por la Feria de Cali. Se confrontan los dos eventos que tienen una misma raíz.



8º. El superconcierto realizado en el estadio del Deportivo Cali, a pesar de todo lo que se pensaba, tuvo gran asistencia.



9º. Niche, Guayacán y Son de Cali son tres orquestas insignias de la ciudad. Para Son de Cali es su mejor año, referido por Irma Restrepo. Es quizá la agrupación con más presentaciones.



10º. Disco de la Feria: Las emisoras y cadenas de televisión quisieron imponer, cada quien, su disco. Para mí no existe. No hay los criterios objetivos para una valoración.



LA SALSA COMO IDENTIDAD



El Alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, se jugó la carta de la Salsa como identidad de la ciudad. Esto es para aplaudirlo, teniendo en cuenta que las pasadas administraciones nunca lo hicieron. Por el contrario, durante más de una década y media el argumento de un sector dirigente de la ciudad fue: “Cali no es salsa”.



Cuando un grupo de personas hemos sostenido que “Cali es salsa” es con el respeto para otras músicas que siempre se han escuchado en Cali como el tango, la música de la costa norte, y hoy en día, la música impuesta por la globalización como el regueaton.
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