Una vez cantó Celia Cruz, "la vida es un carnaval" y es precisamente esta frase de la que se apropian muchas personas al pie de la letra para festejar estas fechas.

Una muestra de ello se ve reflejada en varios países que para este momento celebran sus respectivos carnavales. En esta época de tradición y cultura, las calles se inundan de disfraces, colores, música, alegría y personas de todas las edades disfrutan de las festividades de diversas maneras.

Una de las formas más reincidentes de divertirse en cualquier de los carnavales del mundo involucra el consumo de licores.

Entre vodkas, whiskies, rones y cervezas personas de diversas clases sociales se olvidan de los códigos de ética y se aprovechan de la desinhibición que produce el alcohol para actuar de manera desenfrenada.

El acto de tomar como tal no es visto del todo como negativo, el verdadero problema surge en las etapas de embriaguez que, en algunos casos, podría resultar escalofriante.

Muchas cosas pueden ocurrir al consumir alcohol desprevenidamente y la verdad no hay necesidad de enlistarlas todas, luego de ver tantos comerciales y campañas de concienciación advirtiendo sobre estas consecuencias.