•12:48

Aunque ya no se recuerda a Jesucristo, la Navidad se sigue celebrando ad limitum con “salsas” de Celia Cruz o piezas de Gloria Estefan, cumbias colombianas, litros de Bacardí y el servicio del pavo frío, tan frío como los niños del sur de la ciudad.
De hecho, hace algunos días aludí a este asunto, pero hoy, en este día y esta noche especiales, es justo recordar, aunque sea de paso, los viejos hábitos meridanos de los años cincuenta cuando, una semana antes de la Navidad, celebrábanse las novenas caseras. Por nuestra calle, la distinguida dama tixkokobense (paisana de don Víctor Lara Durán), doña Lilia Concha de Burgos, era quien organizaba, sin fallar un solo año, dichas novenas. Las nueve noches correspondían a nueve vecinas del rumbo.
Armábase un gran altar con todos los juguetillos y luces de colores y ante él, cantaban a coro las señoras, aires cristianos como aquel de

A la nanita nana
Nanita ea!
Después vendría el “agasajo”: arroz con leche, algunos platillos deliciosos, dulces y un refresco.
Se sentía, en aquellas novenas, un verdadero espíritu cristiano que ha pasado a la historia. No sé si en algunos hogares se sigue celebrando novenas. Pero ya no se ven como antes se veían a nuestro paso. Los hogares meridanos eran una fiesta con sus altares y sus nacimientos, sus cánticos y los cálidos abrazos navideños.

La Navidad de hoy

De los viejos hábitos de ayer quedan las posadas con sus grandes piñatas y sus dulces para los niños. Pero las posadas son hoy eventos etílicos de mucha resonancia y la borrachera es general. Por las calles se escucha el “White Christmas” (la “Blanca Navidad” gringa, porque ahí sí es blanca, ante la catarata de nieve que les cae, pero no acá, donde es verde y nada más. Esta canción se hizo famosa por los treinta en la cálida voz de Bing Crosby y luego la cantaron todos los crooners norteamericanos). Decíamos que por la calle se escucha el “White Christmas” y además el socorridísimo “Jingle Bells” del trineo y los renos (ya he comentado que nuestros automovilistas compran un par de cuernos de imitación de esos animales y los lucen en sus coches, última invención gringa), las bonitas “Campanas de Belén”, la hispana “Marimorena”, “El Niño del Tambor” (popularizada por “el divo” Raphael) y melodías más apegadas al espíritu universal de la Navidad, O Tanebaun y Adeste Fidelis.
En cuanto a la Nochebuena, reitero que el más olvidado es el recién nacido Jesucristo y los más celebrados el pavo y los vinos. Hay bailongo y todo lo demás. Ya habrá tiempo para el sufrido Cristo...!

Esta noche....
Pero no caigamos en el negativismo de Scrooge. Que cada quien celebre la Nochebuena como mejor le plazca. No queremos erigirnos en solones ni mucho menos. Deseamos a todos los lectores de POR ESTO! y de Yucatán Insólito una bonita Nochebuena de 2008.
This entry was posted on 12:48 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.