El músico y compositor venezolano Oscar D’León, considerado el "Faraón de la salsa", regresará a la Argentina tras más de una década de ausencia para presentarse el viernes 8 de mayo en el porteño Salón Sur y, según avisó, "hacer bailar a Buenos Aires".
"Creo que ya era hora de volver a la Argentina y por eso tengo previsto viajar con todo, llegar junto con 15 músicos en escena y acercar todo el ritmo caribeño", anunció D’León en diálogo telefónico con Télam desde Miami.
Reconocido por un talento autoral e interpretativo que excede a los ritmos caribeños, es hacedor de más de 50 álbumes y merecedor de diversos lauros como el Grammy que obtuvo en 2007 por su comentado disco "Fuzionando".
Desde el bajo y una mirada musical capaz de hacer convivir diversos géneros, es compositor de "Llorarás", "Mi bajo y yo", "Que bueno baila usted", "Melao e caña", "Bonito y sabroso" y "Llámame", reconocidas gemas de impacto planetario.
El fundador del conjunto Dimensión Latina indicó que "siempre es un inmenso placer volver a tocar y cantar en la Argentina de donde tengo grandes y hermosos recuerdos".
"Si me preguntan qué es lo que voy a interpretar -adelantó-, honestamente tengo una vaga idea de tocar clásicos y también composiciones nuevas"
Puesto a describir su metodología de trabajo a la hora de salir a escena, consignó que "siempre me gusta mucho la improvisación y ver la cara de la gente para descubrir qué es lo que quiere escuchar".
Al margen de los modos que aplica en cada concierto, el artista, de 65 años, anunció de cara a la presentación del 8, desde las 22, en el Salón Sur (Avenida Sáenz 459, Capital) que "prometo una gran fiesta en Buenos Aires".
"Quiero aprovechar el recital para, más allá de encarar los temas más conocidos, presentar varios de mi último disco ’Tranquilamente’", redondeó de cara a su regreso tras presentarse por tres noches de 1998 en el Broadway porteño.
Esta breve gira sudamericana que también tiene una sola velada en Montevideo, es la continuidad de un tour que recorrió buena parte de los Estados Unidos (California, Dallas, San Antonio y Atlanta) y que también pasará por Panamá.
Consultado acerca de su rol dentro de la salsa, el músico que logró que en Nueva York el 15 de marzo sea "el día de Oscar D’León", aseguró que "no me siento el mejor músico de salsa, ni mucho menos".
"He compartido escenarios con los queridos e inolvidables Tito Puente, Celia (Cruz) y más para acá con el ’Canario’ José Alberto, India o Marc Anthony, que son todos baluartes del género", resaltó.
D’León desmenuzó que "uno tiene una trayectoria, pero mi preocupación actual para estar siempre físicamente en el ambiente y sin perder vigencia". En la misma cuerda, añadió que "sin perder la identidad sonera, nos preocupamos por mejorar el sonido y estar al tanto de los tiempos que corren".
Como un ejemplo de esta tendencia, relató que "en mi música están siempre presente el son y la salsa, pero a ambas las he fusionado con ritmos de moda como la lambada, el merengue, la ranchera e incluso en los últimos tiempos, el regaetton".
Por último, el vocalista lamentó que "por culpa de la piratería el mercado del disco no esté bueno como en otras épocas y por ello las disqueras se encuentren cuesta abajo".
"Eso hace -concluyó- que hasta uno, que más o menos tiene un nombre, se le complique grabar, así que para un músico que recién comienza el ser publicado es casi imposible".
"Creo que ya era hora de volver a la Argentina y por eso tengo previsto viajar con todo, llegar junto con 15 músicos en escena y acercar todo el ritmo caribeño", anunció D’León en diálogo telefónico con Télam desde Miami.
Reconocido por un talento autoral e interpretativo que excede a los ritmos caribeños, es hacedor de más de 50 álbumes y merecedor de diversos lauros como el Grammy que obtuvo en 2007 por su comentado disco "Fuzionando".
Desde el bajo y una mirada musical capaz de hacer convivir diversos géneros, es compositor de "Llorarás", "Mi bajo y yo", "Que bueno baila usted", "Melao e caña", "Bonito y sabroso" y "Llámame", reconocidas gemas de impacto planetario.
El fundador del conjunto Dimensión Latina indicó que "siempre es un inmenso placer volver a tocar y cantar en la Argentina de donde tengo grandes y hermosos recuerdos".
"Si me preguntan qué es lo que voy a interpretar -adelantó-, honestamente tengo una vaga idea de tocar clásicos y también composiciones nuevas"
Puesto a describir su metodología de trabajo a la hora de salir a escena, consignó que "siempre me gusta mucho la improvisación y ver la cara de la gente para descubrir qué es lo que quiere escuchar".
Al margen de los modos que aplica en cada concierto, el artista, de 65 años, anunció de cara a la presentación del 8, desde las 22, en el Salón Sur (Avenida Sáenz 459, Capital) que "prometo una gran fiesta en Buenos Aires".
"Quiero aprovechar el recital para, más allá de encarar los temas más conocidos, presentar varios de mi último disco ’Tranquilamente’", redondeó de cara a su regreso tras presentarse por tres noches de 1998 en el Broadway porteño.
Esta breve gira sudamericana que también tiene una sola velada en Montevideo, es la continuidad de un tour que recorrió buena parte de los Estados Unidos (California, Dallas, San Antonio y Atlanta) y que también pasará por Panamá.
Consultado acerca de su rol dentro de la salsa, el músico que logró que en Nueva York el 15 de marzo sea "el día de Oscar D’León", aseguró que "no me siento el mejor músico de salsa, ni mucho menos".
"He compartido escenarios con los queridos e inolvidables Tito Puente, Celia (Cruz) y más para acá con el ’Canario’ José Alberto, India o Marc Anthony, que son todos baluartes del género", resaltó.
D’León desmenuzó que "uno tiene una trayectoria, pero mi preocupación actual para estar siempre físicamente en el ambiente y sin perder vigencia". En la misma cuerda, añadió que "sin perder la identidad sonera, nos preocupamos por mejorar el sonido y estar al tanto de los tiempos que corren".
Como un ejemplo de esta tendencia, relató que "en mi música están siempre presente el son y la salsa, pero a ambas las he fusionado con ritmos de moda como la lambada, el merengue, la ranchera e incluso en los últimos tiempos, el regaetton".
Por último, el vocalista lamentó que "por culpa de la piratería el mercado del disco no esté bueno como en otras épocas y por ello las disqueras se encuentren cuesta abajo".
"Eso hace -concluyó- que hasta uno, que más o menos tiene un nombre, se le complique grabar, así que para un músico que recién comienza el ser publicado es casi imposible".
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